El pasado miércoles la parroquia Ntra. Sra. de las Angustias de Ayamonte acogía la primera de estas oraciones cuaresmales, en esta ocasión destinada a los jóvenes de la costa. Una oración que, bajo el lema “Él nos amó primero” (1 Jn 4,19), presenta la centralidad del Kerygma, tal y como titula el papa Francisco en el capítulo cuarto de la exhortación Christus Vivit, con ‘El gran anuncio para todos los jóvenes’. Esta oración recorrerá la durante este tiempo de Cuaresma.
¡Dios te ama! Nunca lo olvides…
Así nos lo cuenta la Hermana Gema Martín, carmelita misionera que recientemente ha llegado a la parroquia de Trigueros y que desarrolla parte de su labor pastoral con jóvenes:
Recuerdo el tiempo de adolescencia en el que iniciaba tímidamente el proceso de crecimiento en la fe. José María, sacerdote y párroco, poco tiempo antes de fallecer, me dejó un mensaje escrito, que a día de hoy conservo como un tesoro. Este mensaje decía lo siguiente: “Dios te Ama, no lo olvides”. Estás palabras quedaron tan grabadas en mi ser que transformadas en experiencia viva, son las que me sostienen y llenan de sentido mi vida.
El gran anuncio que el papa Francisco hace en la exhortación ‘Cristo Vive’, incluye esta gran verdad que todos necesitamos escuchar siempre una y otra vez: “Ante todo quiero decirle a cada uno de los jóvenes, Dios te ama. Si ya lo escuchaste no importa, te lo quiero recordar: Dios te ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado”.
Cada ser humano tiene sed de amar y ser amado. Pero queda una pregunta: ¿por qué unos son conscientes de ser amados y otros no se dan cuenta de ello?
Ciertamente, hemos sido creados para amar y ser amados. Dios, que es Amor, nos ha creado para hacernos partícipes de su vida, para ser amados por Él, para amarlo, y para amar con Él a todas las personas. Este es el sueño de Dios para cada joven y cada uno de nosotros. Y para realizarlo tenemos necesidad de su gracia, necesitamos recibir en nosotros la capacidad de amar que proviene de Dios mismo.
Dios es como un Padre, como una Madre que nunca deja de amar a su criatura. Su amor sostiene con firmeza; su amor no aplasta, no margina, no avasalla ni humilla. El Amor de Dios es discreto y respetuoso, es un amor de libertad y para la libertad, es un amor que cura que levanta y da nueva oportunidad.
Dios te busca, aunque tú no le busques. Dios te ama, aunque tú te olvides de Él. Dios ve la belleza y las posibilidades de nuestro corazón, incluso cuando pensamos que no tenemos remedio.
Esta es una invitación a quedarte un momento en silencio dejándote amar por Él y preguntarte ¿Qué experiencia tengo del amor de Dios?
Que el Señor nos enseñe esta verdad: la certeza de haber sido amados primero y la valentía de amar a los hermanos.
Encuentro en la esperanza
Por otro lado, los adolescentes de 13 a 18 años de la diócesis están invitados a participar en el próximo Encuentro en la esperanza que organiza la sección joven de Cursillos de Cristiandad. Se trata de una acción de primer anuncio que se realiza a través de una convivencia en el Seminario Diocesano el próximo fin de semana del 13 al 15 de marzo. Pueden informarse a través de los teléfonos 648 776 629 – 687 174 236.